Según tus necesidades u objetivos se pueden presentar distintas formas de ahorrar. En este artículo vamos a compartir contigo los diferentes tipos o categorías de ahorro que existen. Ahorrar debe tener una finalidad y un tiempo establecido, ya se que se quiera un vehículo, una casa, una buena jubilación o cualquier otra meta.
Tipos de ahorro según tus objetivos
- Ahorro de emergencia: Es aquella parte de nuestros ahorros que dedicaremos en caso de emergencia. Debe ser esa suma de dinero con la que no deberíamos contar, es decir, son ahorros que no tocamos al menos la situación lo amerite. El ahorro de emergencia debería ser una cantidad de dinero tal que podamos cumplir con nuestras obligaciones durante un periodo de tiempo si dejamos de recibir ingresos. Por ejemplo, una cantidad que nos permita vivir sin trabajar durante 6 meses.
- Ahorro para la jubilación: Es el ahorro que, habitualmente, va aumentando cada año dedicado a tu jubilación. Aunque muchos existan planes y sistemas de pensiones, a veces es bueno ser precavido. Ahorrando cada mes una pequeña parte de tu sueldo hará que en el futuro tengas una mejor vejez.
- Ahorro para los hijos: Uno de los ahorros más comunes es el que se dedica a los hijos. Este ahorro puede ser tanto antes de tener un hijo (dinero necesario para su infancia) o durante su crecimiento (para sus estudios).
- Ahorro con objetivo definido: Dentro del ahorro con objetivo definido entran muchas posibilidades. Por ejemplo, para comprar una casa, un carro o irte de viaje. En función del objetivo concreto que tengas, es recomendable ahorrar una parte de tu dinero antes de adentrarte en la compra de bienes como una casa o un carro.
Tipos de ahorro según el tiempo
Según la temporalidad, es decir el tiempo que vamos a invertir ahorrando o el tiempo en el cual ya nuestras metas financieras sean posibles, podemos clasificar los ahorros en tres tipos: ahorros de corto plazo, ahorros de mediano plazo, ahorros de largo plazo.
Corto plazo
Decimos que tu ahorro es de corto plazo cuando tu objetivo es menor o igual a un año. Aquí caben unas vacaciones, la compra de un coche, un posgrado, o hasta tu boda.
Mediano plazo
Se habla de ahorro en mediano plazo cuando tu objetivo es de entre uno y cinco años; es decir, que no planeas usar ese dinero hasta entonces. A diferencia del corto plazo, aquí sí es importante que no toques los fondos hasta que concluya el periodo de tiempo definido. Ahorrar a mediano plazo requiere planificación y organización.
Largo plazo
Si tu ahorro es para objetivos que piensas lograr en más de cinco años, estás hablando ya de largo plazo. Aquí suele considerarse el ahorro para tu retiro o el pago de la universidad de tus hijos. No porque sea algo lejano es menos importante. Hay que ser consistente y paciente para este tipo de ahorro, y recordar que lo más importante es comenzar y no parar.
¿Cuál es el mejor plazo para ti?
Eso depende completamente de tus objetivos y tus posibilidades de ahorro. Lo que sí aplica en cualquier caso es contar con asesoría profesional, y no sacrificar el largo plazo por enfocarte 100% en tus proyectos de corto plazo. Con una buena guía, tú también puedes ahorrar para el corto, mediano y largo plazos, y todavía tener dinero restante para divertirte. Te motivamos a comunicarte con tu oficina Coopbueno más cercana para así poner en marcha con un representante tu misión de ahorros.